Harun Farocki en
"Fuego inextinguible” (Nicht löschbares Feuer, 1969):
“Si les mostramos fotos de
daños causados por el napalm cerrarán los ojos. Primero cerrarán los ojos a las
fotos; luego cerrarán los ojos a la memoria; luego cerrarán los ojos a los hechos;
luego cerrarán los ojos a las relaciones que hay entre los hechos. Si les mostramos
una persona con quemaduras de napalm, heriremos sus sentimientos. Si herimos
sus sentimientos, se sentirán como si hubiéramos probado el napalm sobre
ustedes, a su costa. Sólo podemos darles una débil demostración de cómo
funciona el napalm.”
[Después de esto Farocki
baja la mirada, coge un cigarrillo encendido que hay fuera de cuadro y lo apaga
sobre su antebrazo. Una voz en off pronuncia la famosa frase: "Un cigarrillo arde a 400 grados. El napalm arde a 3.000 grados"]
“Si los espectadores no
quieren tener responsabilidad alguna frente a los efectos del napalm –dice la
voz en off-, ¿qué responsabilidad podrían asumir respecto a las explicaciones
sobre su uso?”
[Cámbiese “napalm” por
“genocidio”, “invasión militar”, “expolio”, "saqueo financiero", o lo
que se prefiera, y el sentido es el mismo]
“¿Así que no quieren asumir
ninguna responsabilidad? -escribe Didi-Huberman en Cómo abrir los ojos-. Entonces también es un
problema de saber/conocimiento (knowledge; connaissance), de ignorancia/desconocimiento (acknowledgement; méconnaissance). Pero ¿cómo
impartir conocimiento en alguien que se niega a conocer? ¿Cómo abrir los ojos?
¿Cómo desarmar las defensas, las protecciones, los estereotipos, la mala
voluntad, las políticas de avestruz de quien no quiere saber? Es con esta
pregunta siempre en mente que Farocki considera el problema de toda su
película. Es con esta pregunta en mente que su mirada vuelve a la lente de la
cámara.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario